Con esta habilidad, la usuaria tiene la capacidad de verter su aura sobre un cuerpo sin vida que aún conserva su aura residual, trayendo de vuelta su alma junto con sus recuerdos.
Este proceso resulta en la cristalización del alma en una roca de sangre, que emerge desde el pecho del difunto. Posteriormente, la usuaria debe plantar dicha roca, lo que da lugar al nacimiento de una pequeña aberración.
En su interior, esta aberración contiene tanto los recuerdos como el alma de la persona a la que se le realizó el ritual. Para acceder a esos recuerdos, basta con tocar la cabeza de la aberración.
Condiciones
Verter aura oscura en el cadáver de la persona.
Arrancar la roca de sangre que se cristaliza en el pecho de la víctima.
Plantar la roca en tierra fértil y esperar a que nazca la aberración.
Limitaciones o Restricciones
Solo se puede realizar el ritual con una persona por día.
La roca tiene un límite de plantación de 12 horas.
Las aberraciones morirán si no se les da de beber agua y/o se les alimenta.